¿Por qué moderar el consumo de alcohol estas fiestas?
En lo que respecta a los temas de alimentación, la mentalidad mediterránea ha demostrado en numerosas ocasiones su efectividad y beneficios. Quizá por ello se confunden las partes con el todo.
En este caso creemos fácilmente que si un “todo” -dieta mediterránea- presenta la característica de “ser beneficiosa”, entonces una parte de este “todo”, como es el consumo de alcohol, también lo debe presentar.
Este razonamiento parece lógico, pero en absoluto es cierto. En una sociedad como la nuestra, el consumo de alcohol está totalmente normalizado. Por ello, siempre presente en todo evento social y familiar, pero aún así, el consumo de alcohol, por mínimo que sea, conlleva más riesgos que beneficios, aún a costa de contradecir a nuestras abuelas.
¿Vino como parte de una alimentación?
Hasta hace unas décadas, el vino era un alimento más que siempre estaba presente en la mesa. Hoy, muestra varias facetas. Por un lado, es una bebida alcohólica. Por otro, es una bebida con componentes interesantes. Y por otro lado más, es una bebida que sigue manteniendo un espíritu socializador. ¿Quién se bebe una botella sola? Lo más frecuente es compartirla con otras personas y pasar un buen rato.
Y es que no hay duda, el alcohol es nocivo y tóxico, incluso en dosis mínimas. De hecho, un consumo cero es el único que provee beneficios a la salud. Pero, por otro lado, es justo reconocer los beneficios de los otros compuestos presentes en el vino y que no son el alcohol.
¿Cómo resolver este problema? El mosto de uva no es lo mismo, primero porque contiene una gran cantidad de azúcar. Azúcar que es fermentado y convertido en alcohol durante la elaboración del vino. Pero también porque las levaduras encargadas de esta fermentación también transforman otros compuestos, lo que hace que la composición de mosto y vino no se parezca en nada. Por ello, en los últimos años se han venido desarrollando métodos de desalcoholización.
Métodos de desalcoholización
Brevemente, el vino se elabora siguiendo los pasos tradicionales. Una vez terminado se introduce una etapa más en la que el alcohol se elimina selectivamente, dejando el resto de los componentes en el líquido. Los vinos sin alcohol se han convertido en una categoría más de vinos, igual que los espumosos o los vinos dulces, o los vinos de hielo… La industria, claramente, ha apostado por la innovación y actualizar el catálogo a los nuevos tiempos y conocimiento.
Más o menos sucede lo mismo con la cerveza, resultado de la fermentación de la malta de cebada. De nuevo, tenemos una bebida con alcohol procedente de dicha fermentación y de otros mil compuestos con efectos beneficiosos. Sin embargo, las cervezas sin alcohol llevan mucho más tiempo en el mercado y están mejor consideradas. Quizá porque su sabor está más logrado.
Sin embargo, existen bebidas alcohólicas que, en vez de elaborarse por fermentación, lo hacen por destilación. Son buenos ejemplos el whisky, el cognac, el vodka o las ginebras. Su elaboración es bastante diferente porque, aunque en una primera etapa sí sucede una fermentación alcohólica. Este líquido posteriormente se destila con el propósito de separar el máximo posible de alcohol. Este destilado es posteriormente mezclado con agua para rebajarlo y que sea posible beberlo. Aunque en este proceso también se arrastran otros compuestos que son los que le dan sabor y matices al destilado. El contenido en alcohol es muy mayoritario, pues estamos ante bebidas en las que un 40% de lo que bebemos es alcohol puro. Categorías diferentes.
¿Cómo evitar el consumo alcohol en Navidad?
En estas fiestas que se avecinan crece el consumo de bebidas alcohólicas, tanto fermentadas como destiladas. Parece un tópico, pero no hay celebración sin su consumo, y las ocasiones de reunión y celebración se suceden sin parar. Cenas de empresa, las primeras reuniones familiares, la Nochebuena, Navidad y San Esteban, luego Nochevieja, más reuniones familiares y ya, por fin, Noche de Reyes.
El elevado consumo de alcohol ligado a estas celebraciones no solamente trae consigo altos porcentajes de comas etílicos y accidentes de tráfico, también riesgos para tu salud y un aumento de peso. Dado que son “calorías vacías” , que no aportan nada más que energía que nuestro cuerpo almacenará porque no la necesita para nada, por ello nuestra recomendación no es moderar su consumo, si no evitarlo por completo, para poder lograrlo sin perder la tradición de brindar en la mesa, proponemos tres alternativas que no te harán echarlo de menos.
3 opciones Lev para brindar con salud
Silhouet ‘-Vino: Vino elaborado para el bienestar, la salud y la alimentación. Uva Merlot, variedad francesa tradicional de Burdeos, con delicado sabor afrutado, aromas de frutos rojos, y color intenso, es un vino redondo, con cuerpo, estructurado y de paladar generoso.
Silhouet ‘- Espumoso: Chardonnay desalcoholizado, con aromas, de viva acidez, es un vino espumoso con cuerpo y largo final.
L’O Aromatizada: agua con gas aromatizada con aromas 100% naturales, sin azúcares, cero calorías y sin edulcorantes. Una alternativa espumosa y muy refrescante, disponible en cuatro sabores; Frutos rojos, jengibre, menta – pepino, y limón de Taití.
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