¿Sabes cómo leer las etiquetas de los productos? (Parte I)

La legislación europea es muy clara al respecto: (casi) todos los alimentos que se vendan en cualquier país de la UE deben llevar una etiqueta en la que se informe a los consumidores sobre los ingredientes y su contenido energético y nutricional. Descubre cómo leer las etiquetas de los productos.
Decimos casi porque hay algunas excepciones. Por ejemplo, las bebidas alcohólicas, como el vino, están exentas de tener que mostrar los ingredientes; otros alimentos, como las infusiones, los embutidos, las especias o alimentos no procesados del estilo de las verduras frescas, no necesitan incluir la declaración nutricional. Pero, quitando estas excepciones, verás que el resto de los alimentos siempre te proporcionarán esta información que te decíamos al principio.
Otra cosa es que lo hagan de manera sencilla. Las etiquetas son la tarjeta de presentación de un producto, por lo que la información se coloca de manera jerárquica, dándole más espacio y relevancia a los datos que se quieren resaltar. Si lo piensas bien, las personas hacemos lo mismo en todos los aspectos de nuestra vida: contamos y publicamos aquello que nos diferencia y de lo que más orgullosos nos sentimos, sea en una conversación o en las redes sociales… ¿a que los datos de contacto aparecen en tu currículum, pero los pones en segundo plano?
¿Qué se debe buscar en primer lugar?
En primer lugar, fíjate en el listado de ingredientes. El orden en el que aparecen no se ha decidido al azar, así que mira:
- Cómo están enumerados, pues aparecen de forma decreciente. Los ingredientes que encuentras en los primeros lugares son los que el producto contiene en mayor cantidad. ¿Quieres comprar un pan de hamburguesa y estás dudando? Pues nuestros panes de hamburguesa Lev son de proteína de TRIGO, harina de SOJA, harina de ESPELTA integral molida de SOJA, semillas de lino y cereales de girasol. En ese orden los hemos usado y, como puedes ver, usamos una gran diversidad de cereales y harinas para aprovechar sus beneficios.
- Qué tan larga es la lista. Si contiene pocos ingredientes se tratará con toda seguridad de un alimento poco procesado. Es lo que le llamamos un alimento “natural”. De hecho, recuerda, los alimentos con un solo ingrediente no están obligados a llevar una lista de ingredientes. ¡No tendría sentido!
¿Y para qué sirve la información nutricional?
Se denomina «declaración nutricional» al contenido energético y nutricional. Aquí te recomendamos tener mucho cuidado porque se proporciona tanta información que podemos sentirnos perdidos.
Lo primero que debes tener en cuenta es qué cantidad vas a consumir. Es decir, cual es la ración de consumo. Esto se debe a que la etiqueta proporciona estos datos por cada 100 g de producto y también por ración. Ahora piénsalo: ¿siempre te comes 100 g de un alimento? Un yogur son unos 250 g; una ración de cereales, 30 g; de pan, unos 60 g… Entonces, ¿qué sentido tiene poner los datos de 100 g? Pues que nos permite comparar entre dos alimentos. Si te decimos que los panes de hamburguesa Lev te aportan sólo 167 Kcal, ¿son mucha o pocas? Depende de la ración… De ahí la ventaja de comparar entre formatos de 100 g.
Además de las calorías, la declaración nutricional deberá incluir la siguiente información:
- valor energético (las calorías)
- cantidades de grasas, indicando cuánto corresponde a ácidos grasos saturados
- hidratos de carbono, indicando cuánto corresponde a azúcares
- proteínas
- sal
- A mayores, aunque ya voluntariamente:
- Ácidos grasos monoinsaturados
- Ácidos grasos poliinsaturados
- Polialcoholes
- Almidón
- Fibra
- Vitaminas y minerales
De esta manera, no sólo puedes conocer la cantidad, también la calidad. Puedes encontrarte con un alimento que tenga poca grasa, pero que casi toda sea en la forma de ácidos grasos saturados, y otro con más grasa, pero con poca cantidad de ácidos grasos saturados. ¿Cuál escogerías? En principio, el segundo…
Por cierto, a veces se muestran las calorías como un porcentaje sobre el total de calorías consumidas en un día. ¡Ojo!, no hagas mucho caso a esta cifra porque este porcentaje se calcula usando como referencia las 2.000 Kcal que debería consumir una persona adulta al día. Dependiendo de tu ritmo de vida esta referencia podría ser muy, muy distinta.
Para terminar, revisa la información adicional
Además de esta información que te contamos, las etiquetas incluyen mucho más. Otro día navegaremos más entre todos estos datos para que sepas manejarlos y hoy terminaremos con una información complementaria básica que te será de gran utilidad.
Para empezar, los alérgenos. Por ley, también deben constar en el etiquetado y hay dos formas de hacerlo:
- En un recuadro individual, separados de otros datos y bajo el encabezado de alérgenos.
- En el listado de ingredientes, debiendo escribirse en mayúsculas. ¿Te acuerdas del ejemplo del pan de hamburguesa Lev? TRIGO, SOJA y ESPELTA estaban en mayúscula porque están clasificados como alérgenos; así puedes ver si es apto o no para ti.
Por supuesto, no deben faltar, los datos del fabricante, número de lote, país de origen, Registro General Sanitario (RGSA), fecha de caducidad o consumo preferente, cantidad neta y las condiciones de conservación y modo de empleo.
Toda ella importante, pero por hoy, basta. Aunque si tienes alguna duda nuestro equipo de profesionales estará encantado de solucionártelas.