Después de un mal día, ¿te apetece devorar ensalada?

Después de un mal día, ¿te apetece devorar ensalada? Seguro que te sientes identificada con esta escena.
El día parece no tener fin, pero finalmente llegas a casa agotado, sin energía para hacer nada más que sentarte en el sofá y, por primera vez en el día, pensar en ti.
¿Te apetece cenar una ensalada?
¡No! Seguramente te vayas sin cenar, o termines por pensarlo mejor y llamar por teléfono que te traigan la cena. Seguro que algún plato que traiga patatas fritas, y algo de helado de postre, ya que estamos, ¡extra de salsa!
Esta situación es una caricatura, pero, por desgracia, es también un reflejo muy real de lo que puede ser el día desastre de cualquiera de nosotros. ¡y ojalá sólo sea uno así cada mucho tiempo porque es estresante leerlo y vivirlo!
Pero el final nos da pistas muy interesantes de cómo funciona nuestro cuerpo y nuestra mente: es muy improbable que lo que más te apetezca en ese momento sea comerte una ensalada, aunque sea la ensalada mejor preparada del mundo y con ingredientes llenos de color, frescos y apetitosos. No, no tienes el cuerpo para ensaladas, lo que te pide en ese momento es azúcar, carbohidratos, y más dulce.
Seguro que se te ocurren más situaciones en las que puedes sentirte así, ¿verdad?
Es normal, y antes de explicarte los porqués, un consejo muy necesario: ¡Adelante, no te sientas culpable por ello!
¿Por qué tu cuerpo pide azúcar en un día agotador?
Lo que estás experimentando es que una alarma biológica de tu propio cuerpo en la que ha detectado un grave desequilibrio de energía que es necesario restaurar lo antes posible. Como ya sabes, el azúcar es el combustible primario, lo que significa que el azúcar es la que mejor y más rápido se aprovecha. Si tus pilas están a cero y hay que recuperar los niveles de glucógeno en lo posible; eso sólo lo consigue con facilidad una dosis de azúcar.
Pero este fenómeno es sólo el primero al que debemos atender y, por decirlo brevemente, es el que nos ataca en la fase más aguda de nuestro agotamiento. Resulta que, en condiciones de estrés, ya sea físico o emocional, nuestro cuerpo produce una hormona conocida como cortisol. Este cortisol ayuda a movilizar los recursos del cuerpo y aumenta los niveles de azúcar en la sangre. También aumenta la presión arterial (favorece que las reservas de energía se movilicen por todo el cuerpo al máximo).
Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico y el cuerpo continúa produciendo niveles elevados de cortisol de manera prolongada, puede tener efectos negativos en la salud. No hace falta tener una vida que sea una vorágine tampoco. Si eres una persona que va al gimnasio con frecuencia o tienes un trabajo tan apasionante como retador e intenso, los efectos son equivalentes a vivir con estrés crónico.
¿Sabes cuál es la solución si este es tu caso?
Efectivamente, no es la lechuga, si no los carbohidratos. Si sabes que vas a vivir episodios de este tipo puedes consumir antes alimentos ricos en carbohidratos para mantener el foco y estar motivado. Y, por supuesto, una vez finalizados, puedes volver a comerlos para cortar ese efecto de sentirte bajo de energía antes siquiera de que suceda.
Por cierto, los niveles normales de cortisol también oscilan durante el día. Son más altos precisamente por las mañanas; luego, y si no pasa nada ajeno, van descendiendo poco a poco hasta ser mínimos a última hora. Seguramente por ello se ha venido recomendando consumir los alimentos ricos en carbohidratos, como la fruta, a primera hora del día.
Nuestra propuesta Lev
Existen alimentos ricos en carbohidratos. Muchos: legumbres, frutas, verduras, cereales… Por supuesto, luego están los alimentos procesados ricos en azúcar y que por ello tan útiles nos parecen en esas situaciones de emergencia. Y también suplementos para controlar el estrés, como el magnesio o la vitamina D. Nuestro Vita Lev es precisamente un multivitamínico rico en minerales, entre los que incluye el magnesio, y la vitamina D. Una cápsula al día te ayudará a combatirlo.
Y más buenas noticias. Si quieres apostar por el dulce y disponer de esa ayuda extra que te habíamos contado, en nuestra sección de dulces de la tienda Lev te ofrecemos una amplísima oferta de alternativas con las que saciar ese impulso de una manera fácil y agradable. No te sientas culpable, son productos especialmente formulados para que no afecten a tu proceso de pérdida de peso. Galletas, barritas de chocolate, palmeritas, ¡snacks y golosinas incluso!
Seguro que encuentras tu favorito, aunque si tienes dudas te invitamos a concertar una cita con nuestro equipo de profesionales en tu centro más cercano, o por el medio telemático que más te guste si así lo prefieres. ¡Estaremos encantados de ayudarte!