Consejos para seguir haciendo deporte en verano

Hacer deporte en verano. No apetece o no tenemos tiempo. Lo tenemos que reconocer, en verano es difícil mantener las rutinas que seguimos resto del año y practicar deporte, es una rutina que también se ve afectada. Puede parecer difícil de creer porque tenemos más tiempo libre, los días son bastante largos y nos movemos bastante más. Sin embargo, también hace más calor y nos sentimos más perezosos, por lo que cualquier plan de ocio siempre suele ser apetecible.

¡Es normal! De hecho, septiembre es uno de los meses en el que tradicionalmente se experimenta un pico de suscripciones a los gimnasios. Sin embargo, no es una buena idea detener la práctica de deporte durante tus vacaciones, ¿quieres saber por qué?

Consecuencias de no hacer deporte en verano

Da igual que lleves años practicando deporte de manera habitual. Las consecuencias de pausar esta rutina suceden de manera prácticamente inmediata. Las fibras musculares empiezan a debilitarse y los músculos retienen una mayor cantidad de agua. Es cierto que no notarás apenas cambios más allá de cierta retención de líquidos. Sin embargo, con que ya estemos dos semanas sin hacer deporte los cambios serán más apreciables porque habrás experimentado una pérdida significativa de masa muscular, además de su debilitamiento.

A partir de entonces, cuanto más tiempo estés quieta, más profundos serán los cambios. Y es aquí en este punto, que normalmente sucede cuando se cumple el mes, es cuando no sólo notarás que te fatigas más deprisa y has perdido un poco de aptitudes, sino que también tu báscula empieza a lanzar los primeros avisos. Esto se debe a que el músculo es un gastador de energía y por eso tu metabolismo basal siempre será más elevado que si no lo tuvieras. Por tanto, al dejar de practicar deporte no sólo dejamos de quemar las calorías necesarias para realizar los ejercicios, también las necesarias para mantener el músculo fabricado. Es por esto por lo que los cambios son tan rápidos y drásticos.

Pero ¿sabes qué? La solución es muy sencilla

Sencillamente, no dejes de realizar actividad física. No tiene que ser ni tan intensa ni tanto tiempo como de normal, basta con que nos planifiquemos una rutina de mantenimiento para que nuestros músculos sigan activos y, sobre todo, no lleguemos al punto de empezar a perder masa muscular. Te dejamos unos pocos consejos para que te sea más sencillo.

Elige bien las mejores horas

Practicar tu rutina de ejercicios de mantenimiento a primera hora tiene la gran ventaja de que no te interferirá con el resto de los planes que tengas. Si no va contigo madrugar y ponerte a hacer deporte, busca ese momento en el que no estás cansada ni tienes nada que hacer. ¡30 minutos te bastarán!

Evita el calor

Sudar puede ser desagradable, y sudar mucho es todavía peor. Busca un lugar y un momento del día donde evites las altas temperaturas y, si puedes, mejor que no sea muy húmedo porque ello hará que tu capacidad refrigerante mientras sudes sea peor. Si es posible, un simple ventilador te ayudará a evitar sentirte acalorada. La comodidad y el confort son fundamentales para que nos apetezca hacer algo.

Dale una oportunidad a la calistenia

No necesitas el material de un gimnasio. Puedes utilizar tu propio peso corporal para trabajar todo tu cuerpo, tanto en casa como en el exterior. Los parques son un lugar ideal. Correr, escalar, saltar, hacer dominadas o flexiones; hay casi infinitos ejercicios calisténicos  para entrenar todos y cada uno de tus músculos. Además, son ejercicios fundamentales para fortalecer articulaciones y músculos estabilizadores que a veces pasan desapercibidos. Eso sí, si nunca los has hecho pide consejo.

Incluye HIITs

Son ejercicios de alta intensidad que se realizan combinando periodos de máximo esfuerzo con intervalos de relajación, que no descanso. En apenas 3 minutos llevarás tus pulsaciones a la luna y al máximo de agotamiento, pero la quema de grasas y uso de tus músculos será también brutal. Es mejor realizarlos hacia el final de tu rutina y tampoco necesitas material extra, aunque existe la posibilidad de incluirlo, pero no queremos excusas. De nuevo, si nunca los has hecho pide consejo porque te aseguramos que vas a vivir el minuto más largo de tu vida.

 

Y no necesitas más. Con estos pocos consejos estamos segura de que vivirás un verano inolvidable y que la vuelta a la rutina será más amena y llevadera.

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