¿Qué sabes sobre el colágeno?
“Este suplemento es rico en colágeno”, “este suplemento estimula su producción en tu piel”, “para un correcto cuidado de la piel necesitas del aporte correcto de colágeno” … Seguramente más de una vez hayas escuchado este término, pero ¿sabes realmente qué es?
El colágeno es una proteína, constituido por aminoácidos que forman una enorme y larga cadena fibrosa formada, a su vez, por la unión de tres hebras. Si quieres imaginártelo, es exactamente igual que una cuerda trenzada con tres fibras.
Esta forma tan particular del colágeno es la que le otorga sus propiedades estructurales. Es fabricado por células, que lo transportan al exterior para formar el llamado tejido conjuntivo, que no es más que la matriz en la que viven embebidas. Por tanto, es la biomolécula responsable de dar y mantener la consistencia de nuestro cuerpo, y muy especialmente de la piel, aunque también de tendones, articulaciones y huesos. Pocos sitios hay en nuestro cuerpo donde no lo encontremos, si es que hay alguno.
¿Qué pasa cuando perdemos colágeno?
Hasta el 80% de nuestra piel está compuesta por colágeno, así que es lógico suponer que ligeros cambios en su cantidad produzca efectos muy evidentes. Efectivamente, su pérdida conduce a una pérdida de firmeza de la piel y a la aparición de arrugas profundas. Sin colágeno, la piel no tiene el aspecto tan jovial que debiera.
La edad es uno de los principales factores que afectan a la producción de colágeno. Con el paso del tiempo las células van produciendo menos cantidad. A partir de los 30 años esto es más que evidente y por eso muchos cosmetólogos recomiendan empezar a cuidar más y mejor la piel alrededor de esta edad.
¿Cómo mantener los niveles adecuados de colágeno?
La forma más cómoda de hacerlo es, precisamente, a través del consumo de colágeno extra. Existen dos maneras; por un lado, mediante consumo oral, por el otro, mediante su aplicación tópica.
El consumo oral es, ni más ni menos, consumir en nuestra alimentación. Como está tan presente en el cuerpo, los alimentos de origen animal son una fuente de colágeno estupenda. Aunque hay un problema: y es que, por ser una fibra estructural, es bastante complicado de digerir y aprovechar. Gran parte de este colágeno simplemente no lo absorbemos y se pierde por completo.
Es por este motivo que existen suplementos de colágeno. ¿Por qué estos sí que funcionan? Sencillamente porque el colágeno que aportan ha sido parcialmente procesado con anterioridad para suministrárselo al cuerpo de una forma que le sea más fácilmente absorbible y utilizado. En nuestra tienda Lev puedes ver varios alimentos enriquecidos con colágeno y que son tan saludables como útiles para tu piel.
El colágeno de aplicación tópica es el que está presente en cremas y elixires.
Cuando comemos colágeno, éste debe pasar por un camino bastante largo antes de llegar a su destino: tracto gastrointestinal, sangre, hígado, sangre otra vez y, al final, destino final. La aplicación local evita que se “nos pierda” por el camino y llegue exactamente dónde queremos al máximo de concentración posible. Precisamente por este motivo el uso de cremas y elixires generan un efecto boost donde observamos resultados casi inmediatamente.
Lo mejor es combinarlos para mantener siempre un nivel óptimo de colágeno con el que nutrir nuestra piel y evitar oscilaciones que la terminen por afectar. Es un trabajo a largo plazo y que debe convertirse en una rutina en nuestro día a día.
De todas maneras, el colágeno es sólo uno de los compuestos de la piel. El ácido hialurónico, la elastina o la queratina son otras proteínas necesarias para su cuidado y mantener su aspecto juvenil. Si te interesa conocer más sobre ellas permanece atento a nuestros próximos artículos o, si no puedes esperar, pregunta a nuestro equipo de profesionales por todo nuestro catálogo de cuidado de la piel y la nueva línea de nutricosmética HIBO que hemos lanzado recientemente.
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